Los reguladores antimonopolio de la UE están preocupados por la alta cuota de mercado en el segmento de pequeñas vans que obtendría la fusión entre Fiat Chrysler Automobiles y PSA Group. Ello obligaría a la reciente unión a hacer concesiones aún no establecidas, si quieren que el acuerdo de 50 mil millones de dólares se cierre en los tiempos previstos.
Las compañías, que buscan crear el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, fueron informadas sobre las preocupaciones de la Comisión Europea la semana pasada. Si FCA y PSA no logran disipar las dudas en los próximos dos días y posteriormente se niegan a ofrecer concesiones antes del miércoles, fecha límite para hacerlo, el acuerdo enfrentaría una investigación de cuatro meses.
El ejecutor de la competencia de la UE, que fijó un plazo el 17 de junio para su revisión preliminar, declinó hacer comentarios. FCA no ha hecho declaración alguna, como tampoco PSA.
Separar las empresas superpuestas, generalmente una demanda regulatoria para garantizar una mayor competencia, podría resultar complicado para los fabricantes de automóviles debido a los tecnicismos. El negocio pone bajo un mismo techo a Fiat, Jeep, Dodge, Ram, Maserati, Peugeot, Citroen, Opel y DS marques.
