Un Lamborghini Huracan rugiente y veloz con luces intermitentes y calcomanías de la policía puede ser algo extraño y raro, pero no en Italia. Muchos superdeportivos hacen parte del servicio oficial de las autoridades para cumplir diferentes misiones.
La semana pasada, la Policía Estatal Italiana compartió la noticia de que uno de los autos de su flota había colaborado para lograr un trasplante de órganos con éxito. Un Lamborghini Huracán azul y blanco hizo el recorrido entre Roma y Padua de 480 kilómetros en apenas dos horas.
Con un promedio de 233 km/h, el Huracán salió de Roma con un riñón en un recipiente refrigerado y llegó a tiempo al Hospital Universitario Gemelli, entregando el órgano al personal médico. La Polizia di Stato compartió la noticia en Twitter, destacando cómo no se necesitan superpoderes para salvar vidas cuando existe la solidaridad, la tecnología y la eficiencia.
Poco después de la entrega del órgano, se trasplantó con éxito al receptor en el hospital.
Ese Lamborghini Huracán está preparado para este tipo de misiones, además de estar debidamente equipado para el trabajo policial mormal. Gracias al recipiente refrigerado, puede funcionar con éxito como vehículo de órganos, vacunas o plasma, y ??se utiliza siempre que el transporte no califique para la ruta aérea.
Aparentemente, eso también ocurre en Italia, como dice el Centro Nacional de Trasplantes, respondiendo a un usuario que preguntó por qué no se utilizaba un helicóptero, ya que habría sido el método más rápido y probablemente el más conveniente. En los casos de trasplante «crossover», dice el Centro, todos los órganos se transportan por carretera con este tipo de vehículos, porque no califican para el transporte aéreo.
El Lamborghini Huracán instala un motor 5.2 lts V10 atmosférico de 610 caballos, transmisión de siete marchas, tracción total y unas prestaciones que le permiten hacer de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos y una velocidad máxima de 325 km/h. Tiene además cámaras de video, sistema de comunicación e iluminación de autos patrulla, y los colores clásicos azul y blanco de la policía italiana.
