Hasta hace algunos años el filtro de aire en cabina era un equipamiento innecesario, sin embargo, con la aparición de la pandemia y de las medidas de seguridad, es ahora una pieza fundamental tanto para un ambiente sano como para la temperatura ideal dentro de la cabina.
Y así como un motor limpio es un motor sano, también es necesario que exista un ambiente en cabina limpio, y ello se logra a través de los filtros de aire.
Primero que todo, vale destacar que existen distintos tipos de filtros. Generalmente son cuatro: de cabina, de aceite, de combustible y de aire. En cuanto a este último, es considerado la primera línea de defensa del motor, ya que permite que obtenga aire limpio, un componente clave en el proceso de combustión. Este evita que los contaminantes (suciedad, polvo y hojas) ingresen a la máquina y potencialmente lo dañen. De la misma manera, el sistema de ventilación del automóvil cuenta con el filtro de aire en cabina para mantener un flujo constante de aire limpio.
En cuanto a este último tipo de “purificador”, su función principal consiste en impedir que el polvo, la suciedad, el polen, las bacterias y los gases de escape ingresen al sistema HVAC (climatización y ventilación) del automóvil. También evita que insectos, hojas y otros desechos obstruyan el sistema.
Para Christian Scheel, Product & Sales Manager de SAIC Motor, es vital limpiar el aire dentro del automóvil, “ya que el filtro de aire de la cabina mantiene fresco el ambiente dentro del vehículo para que el conductor y sus pasajeros puedan respirar con tranquilidad y sentirse a gusto dentro del habitáculo, más en este nuevo contexto de pandemia en que la gente prefiere más moverse en automóvil”.
Si bien, no existe una luz que se encienda para advertir cuando es necesario cambiar el filtro de aire de cabina, hay algunas señales que puede indicar que es momento de reemplazar las piezas.
En primer lugar, se puede observar una circulación de aire reducida en el espacio interior del vehículo, el cual puede que sea el más notorio. No obstante, existen otros factores como la disminución del rendimiento de calefacción y aire acondicionado; la emisión de un silbido producto de los conductos de entrada; o bien, la emanación de olor a humedad en el habitáculo. Si se observa uno o más de estos signos, es probable que haya llegado el momento de hacer un cambio y llevar el auto a un servicio especializado. En cuanto a la frecuencia de reemplazo, se recomienda seguir la pauta de mantenimiento indicada por la marca.
