Los autos no son traquetos

Los autos no son traquetos

Los autos tienen nombre y apellido; lo demás son apodos. Unos simpáticos, otros no tanto, esos motes quedan como leyendas urbanas y populares que recuerdan una característica especial en diseño o en rendimiento. ´Zapatico´ era el Suzuki SC100; ´Cuatro Latas´ le decían en España al Renault 4; ´Tiburón´ siempre recordará al Citroen DS21, y el Willys 1955 no tendrá otro nombre que ´Oreja de Perro´. Y para rematar, el Nissan GT-R será ´Godzilla´ para la eternidad.

Los autos no son traquetos

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Y varios Toyota tienen sobrenombres casi legendarios, como ´Monjitas´ para Land Cruiser 78; el ´Macho´, para LC70; ´Caresapo´ para la primera generación de la RAV4, y ´Carevaca´ al Land Cruiser 76 si nuestra memoria no nos falla.

Los autos no son traquetos

Muchas sonrisas despiertan estos apodos y traen recuerdos muy gratos en su mayoría. Pero muy lejos de ellos están los estereotipos, calificativos que en ocasiones son ofensivos y tienen que ver más con el jinete que con el caballo.

Todo se degeneró años atrás, y se generalizó con el auge del narcotráfico en Colombia. Comenzó a hablarse de las Narco Toyotas, vehículos que por sus dimensiones y prestaciones, además de su potencia y espacio interior, se acomodaban a las necesidades de esos grupos criminales aislados que necesitaban blindajes y lugar para escoltas. Estas Toyota son vehículos muy adecuados para los blindajes que se llevan a cabo en Colombia. Su construcción y motor aguantan las modificaciones y el peso adicional. Y no es misterio. Que no hayan muchos otros modelos que puedan lograrlo no es culpa de la marca.

Ese término Narco Toyota fue inventado en Colombia y ha sido inmerecido para el vehículo. Su capacidad para resistir condiciones difíciles y extremas, y para transportar cuanto ser humano pueda, han sido las disculpas para que muchísima gente las prefiera, entre quienes figuran guerrilleros, grupos ilegales o fuerzas oficiales de los países africanos, árabes, asiáticos y latinoamericanos. Así lo atestiguan todas las películas, documentales o noticias donde siempre aparecen Toyotas Land Cruiser y Hilux cargando gente armada.

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Aquí no fuimos la excepción. A los Escobar, Ochoa y Lehder que tenían caravanas de Toyotas se sumaron otros tristemente recordados. El Mono Jojoy mandó robar Land Cruiser en toda Colombia y las envió a la zona de distensión de la guerrilla de las Farc, para tenerlas como medio de transporte personal y de sus hombres. Y no era que las camionetas tuvieran espíritu o habilidad guerrilleras, sino porque la selva del Caguán es muy brava y complicada de transitar. Y los del bando contrario, las utilizaban para lo mismo: Carlos Castaño tenía Toyotas entre sus fuerzas paramilitares en Córdoba y Magdalena Medio.

Los autos no son traquetos

Eso no hace malvadas a las camionetas ni a la marca. Por ejemplo, la Cruz Roja tiene Toyotas por doquier, al igual que todos los organismos de las Naciones Unidas, pasando por los que mitigan el hambre y los que luchan contra la discriminación y la trata de personas. Muchas son instrumentos de capacitación para entidades benéficas, pero nadie entonces las ha bautizado Santa Cruiser o Sor Hilux.

Y se habla de Toyota, pero otras marcas y modelos también han sido estigmatizados. Hace unos años se señaló a la Nissan Murano como auto de traqueto, porque su apariencia «así lo insinuaba», y lo mismo decían de los Mazda6 de principios de este siglo, y todo por la forma de las luces delanteras y traseras.

Los autos no son traquetos

Otros autos han tenido mejor suerte, por así decirlo: en 2007 un Ferrari 348 GTS de color negro y techo targa le fue decomisado al narcotraficante Hernando Gómez Bustamante, alias “Rasguño”, y tres años después, gracias a una extinción de dominio, pasó a manos de la Policía Nacional. ¿Y por ello fue alguna vez nombrado como «Capo Ferrari» o «Ferrari Buen Vecino»? No, simplemente siguió siendo un Ferrari.

Asimismo, Pablo Escobar tuvo un Porsche 911 (ver aquí la historia) por su afición a las carreras, el mismo que hace unas semanas fue subastado. Pero nadie le puso un alias en referencia al criminal. Los VW Beetle siempre fueron los «Escarabajos» por la forma de su carrocería, pero nunca fueron señalados como autos nazis porque Hitler los mandó fabricar.

Los autos no son traquetos

Estos indeseables y malqueridos estereotipos no son la esencia del vehículo, y ni siquiera se refieren a un accesorio o propiedad de fábrica. No hay una LC80 o ´Burbuja´ que tenga fusil incorporado ni miras telescópicas ni guarda-objetos para municiones; tampoco las habrá. Simplemente, el alias no está dirigido al auto sino al uso y al oficio del dueño del vehículo.

En las últimas semanas las camionetas de la marca japonesa han sido protagonistas de las redes sociales, pues ahora las llaman «narco-paraco Toyotas, por un hecho aislado sucedido en Cali entre un grupo de personas y la Minga indígena. Independientemente de las actitudes de ambos grupos, que aquí no estamos juzgando, qué culpa tienen las Toyota? O las «Chivas» que transportaban a los indígenas del Cauca?

Los autos no son traquetos

Estos señalamientos a los vehículos sólo permiten concluir que quienes ponen y utilizan esos estereotipos son personas folclóricas y de un presuntuoso inmarcesible, pues si no se han dado cuenta, somos un país minúsculo en la industria automotriz mundial. Allá en Japón se preocupan más por pensar si los motores futuros serán a hidrógeno o si fabricarán autos autónomos, pero no se fijan qué necesita el terrorista, el levantado o la reinita de turno; allá fabrican autos globales.

Que los utilicen como vehículos de escolta, para amenazar Mingas o transportar guerrillos ya es cuestión de los dueños y sus creencias particulares. No hay carros de Izquierda o de Derecha (a menos que tengan el volante a ese lado), ni sedanes petristas ni uribistas, pero muchos creen que Toyota diseña y fabrica vehículos al gusto de los narcos o paracos de Colombia. No se sabe si es más penosa la ingenuidad o la ignorancia de quienes siguen catalogándolos así.

La Toyota Land Cruiser es eso, Land Cruiser, no Narco-Toyota. Los estereotipos son términos idiotas, porque los vehículos no son malvados ni perversos. Los autos no son traquetos.

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