Una destrucción desalmada

Una destrucción desalmada

Una destrucción desalmada. Estas imágenes deberían ser prohibidas de los medios y redes sociales. Jamás deberían ocurrir estos hechos desalmados que parten el alma de quienes amamos los automóviles. La noticia viene de Filipinas, donde el gobierno destruyó 17 autos de lujo a punta de excavadora.

Una destrucción desalmada

El año pasado ya había cometido semejante sacrilegio con 21 autos deportivos, entre ellos un Lamborghini Gallardo, un Mercedes SL55 AMG, Ferrari 360 Spider, BMW Z1, Maserati Quattroporte, y lo peor, clásicos como un Renault 5 Turbo y un Opel Manta.

Una destrucción desalmada

Ahora, la Oficina de Aduanas de Filipinas trituró los bólidos avaluados en US1.2 millones, más o menos cuatro mil millones de pesos colombianos, y todo porque fueron ingresados a ese país de manera ilegal o no pagaron los respectivos impuestos. El gobierno de Manila tiene leyes muy estrictas contra los vehículos que son ingresados ilegalmente al país insular, y por ello procedió a triturar estos vehículos entre los cuales estaba un McLaren 620R, un Bentley Flying Spur, Porsche 911, Lotus Elise y Mercedes-Benz SLK, además de un Hyundai Genesis Coupé personalizado, un Toyota Solara Convertible, un Camry Cabrio y 14 Mitsubishi Montero.

Una destrucción desalmada

La destrucción de los autos fue transmitida por redes sociales, y alcanzó su mayor ´pico´ cuando fue machacado el McLaren 620R, el más costoso de todos sin duda.

Una destrucción desalmada

Según la Oficina de Aduanas del gobierno filipino, los automóviles fueron introducidos de contrabando y confiscados entre 2018 y 2020. De acuerdo con la nueva «Directiva presidencial 2017-447», deben ser destruidos, porque según el presidente de Filipinas, Rodrigo Roa Duterte, «la destrucción de los autos es un mensaje que demuestra que el gobierno es serio en sus esfuerzos contra el contrabando”.

Una destrucción desalmada

Nadie discute la acción contra las actividades delictivas, pero sí el destino que pueden tener bienes como el Bentley Flying Spur, el Porsche 911 o el Lotus Elise que bien pudieron ser subastados para luego invertir esos fondos en acciones sociales. De paso, no rompería el corazón de millones como pasa al ver estas imágenes.

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