Veinte años del vehículo que salvó a Porsche

Veinte años del vehículo que salvó a Porsche

Veinte años del vehículo que salvó a Porsche. No es una exageración. A finales de los 90s Porsche vivía una delicada  situación económica, y hasta mucho medio e prensa indicaban que estaba al borde la bancarrota. Mientras BMW ya trabajaba y acaba réditos de su X5, la marca de Stuttgart sobrevivía principalmente de las ventas del 911 y del Boxster, pero eso no era suficiente. Los gastos eran gigantescos y las ventas pocas. 

Veinte años del vehículo que salvó a Porsche

A mediados de la década de1990, Porsche tuvo que tomar algunas decisiones importantes para asegurar su éxito económico a largo plazo. A principios de esa década, la empresa atravesaba una de las crisis económicas más importantes de su historia: estaba en números rojos y solo entregó 23 060 autos en el ejercicio fiscal 1991/92. Con el Boxster, lanzado en 1996, Porsche empezó a salir de la crisis. Pero la dirección no tardó en darse cuenta de que el legendario 911 y el nuevo modelo con motor central no podrían por sí solos conducir a la empresa hacia un futuro seguro. Los planes para un ‘tercer Porsche’ empezaron a tomar forma, aunque al principio sin una decisión firme sobre el segmento.

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Por recomendación de la organización de ventas de Estados Unidos, la empresa optó por un vehículo todoterreno en lugar del monovolumen que también había sido considerado. Este tipo de automóvil estaba especialmente de moda en Norteamérica, el mayor mercado de Porsche en aquel momento. 

La salida era fabricar una SUV de lujo, concepto que los puristas consideraban un sacrilegio porque rompía con su filosofía deportiva. No obstante, Porsche se la jugó a principios de siglo con la Cayenne, una camioneta de más de dos toneladas.

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Ferry Porsche lo predijo en 1989: «Si fabricamos un modelo todoterreno de acuerdo con nuestros estándares de calidad y el escudo de Porsche en el frontal, la gente lo comprará». Y se demostró que tenía razón. Desde 2002, la Cayenne ha sido uno de los pilares del éxito mundial de la marca alemana

El proyecto ‘Colorado’ fue abordado finalmente como un plan conjunto con Volkswagen, anunciado en junio de 1998: la Porsche Cayenne y el Volkswagen Touareg compartirían la misma plataforma. A pesar de la idéntica arquitectura, cada fabricante utilizó inicialmente sus propios motores y configuraciones de chasís. Porsche se encargó de desarrollar la plataforma conjunta en sus instalaciones secretas de Hemmingen (Hanover, Alemania), mientras que Volkswagen aportó su experiencia en la producción de grandes volúmenes.

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En 1999, la compañía de Zuffenhausen decidió fabricar el auto en Alemania en lugar de en el extranjero. Para ello construyó una nueva planta de producción en Leipzig, que fue inaugurada en agosto de 2002. El Touareg fue fabricado en la planta de Volkswagen en Bratislava (Eslovaquia). La carrocería de la Cayenne también se producía y pintaba allí, con el montaje final en Sajonia. Tanto la primera como la segunda generación del Cayenne, conocidas internamente como E1 y E2, salieron de la línea de producción de Leipzig y, posteriormente, también de Osnabrück (en el noroccidente de Alemania). Con el lanzamiento de la tercera generación (E3) en 2017, Porsche trasladó toda la producción de la Cayenne a Bratislava para crear capacidad adicional en Leipzig para la berlina deportiva Panamera y el SUV compacto Macan.

Sus versátiles características técnicas convierten a la Cayenne en un vehículo familiar, que también es un robusto todoterreno y un deportivo dinámico con las prestaciones características de Porsche. Con estas cualidades, la Cayenne ha contribuido en gran medida a configurar el segmento de los vehículos utilitarios deportivos (SUV) en los últimos 20 años. La primera generación (E1) comenzó con una gama de dos motores V8. En la  Cayenne S, el recién desarrollado motor de 4511 c.c. generaba 340 caballos de potencia, mientras que el Cayenne Turbo conseguía impresionantes 450 HP con la misma cilindrada.

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Alcanzaron velocidades máximas de 242 y 266 km/h respectivamente, un mensaje importante para los clientes habituales de los deportivos, cuyas expectativas en cuanto al chasís se cumplieron igualmente bien. La estabilidad en curva estaba complementada por los nuevos sistemas electrónicos introducidos: el Porsche Traction Management (PTM) distribuía la fuerza motriz entre los ejes delantero y trasero en una proporción inicial de 38:62. El sistema de tracción también era variable mediante un embrague multidisco y podía hacer que todo el impulso lo aplicaran solo las ruedas delanteras o solo las traseras, si fuera necesario. Lejos de las carreteras asfaltadas, los conductores del Cayenne también podían contar con una caja de transferencia con reductora para mejorar la tracción. El bloqueo del diferencial central impedía que las ruedas patinasen incluso si se levantaban brevemente del suelo

La Cayenne de primera generación (E1) fue también el primer Porsche en incorporar el recién desarrollado Porsche Active Suspension Management (PASM). El sistema PASM era ofrecido junto con la suspensión neumática. Ajusta continuamente la dureza de amortiguación e incorpora en sus cálculos el estado de la carretera y el estilo de conducción. La suspensión neumática también fue una ventaja fuera de la carretera para la Cayenne: la ya impresionante distancia al suelo de 217 milímetros con la suspensión convencional aumentó a 273 mm con la ayuda del sistema de control de nivel de la suspensión neumática. Porsche optimizó sus prestaciones en carretera a principios de 2006 con la presentación del primer Cayenne Turbo S, que llamó la atención por los 513 HPde su motor V8 biturbo de 4.511 c.c., excepcional para la época.

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Poco después de su presentación mundial en el Salón del Automóvil de París, en septiembre de 2002, el Cayenne se convirtió en un éxito mundial y superó inmediatamente las expectativas de ventas. En un principio, la empresa esperaba entregar 25 000 ejemplares al año. En los ocho años que duró la primera generación, fueron vendidos 276 652 unidades, algo menos de 35.000 al año. La Cayenne un millón salió de la línea de producción a mediados de 2020: una GTS en color Carmesí. En el último ejercicio completo, en 2021, fueron entregadas más de 80 000 unidades.

Con la Cayenne, Porsche creó la base económica para un éxito sostenible sin comprometer los valores de la marca, basados en los autos deportivos. “Con la Cayenne, logramos trasladar con éxito la leyenda de Porsche a un segmento de mercado completamente nuevo», dijo Oliver Blume, Presidente del Consejo Directivo de Porsche AG, en el estreno mundial de la tercera generación en el Museo Porsche, en 2017. «Nuestro deportivo en el segmento de los SUV ha demostrado ser un éxito de ventas y un motor de crecimiento desde 2002. Y eso no es todo. El Cayenne ha abierto la puerta a muchos mercados nuevos para Porsche y ha contribuido de forma significativa a la internacionalización de nuestra red de ventas”.

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