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Citroen Oli: extraño, básico y muy responsable

Citroen Oli. Hacemos la aclaración: Aún es un prototipo. Citroen exhibió al mundo su concept Oli, un proyecto de movilidad sostenible 100% eléctrico con un diseño nada convencional

Citroen Oli

La marca lo ha catalogado como un  “laboratorio sobre ruedas” con el ADN del Ami, que busca romper con la tendencia de la industria de fabricar autos eléctricos pesados, complejos y caros.

“Llamamos a este proyecto ‘Oli’ como un guiño al Ami, y porque resume lo que es el vehículo: una prueba más de que sólo Citroën puede ofrecer una movilidad 100% eléctrica, sin complicaciones, a todo tipo de personas, de forma sorprendente, responsable y gratificante”, dijo  el CEO de la marca, Vincent Cobée.

Los clientes pueden esperar que muchos de los conceptos e innovaciones estrenados en el Oli, se reflejen en los futuros vehículos eléctricos familiares de Citroën.

Mientras que el Ami ha sido, literalmente, un pequeño paso en «hacer los que se promete”, el Oli supone un salto adelante. En lugar de ser un “palacio sobre ruedas” de 2.500 kg repleto de pantallas y dispositivos, el Oli demuestra que sólo con las cosas que los clientes necesitan y quieren, respaldadas por el uso de materiales y un proceso de producción sostenible, se pueden satisfacer las necesidades de una movilidad de cero emisiones barata y atractiva que satisfaga los múltiples estilos de vida.

Vincent Cobée explica por qué es el momento adecuado para el Oli: “Tres conflictos sociales se están produciendo simultáneamente: en primer lugar, el valor y la dependencia de la movilidad; en segundo lugar, las limitaciones económicas y la incertidumbre sobre los recursos; y en tercer lugar, nuestra creciente sensación de deseo de un futuro responsable y optimista. Los consumidores pueden sentir que la era de la abundancia puede haber terminado, y que el aumento de las regulaciones y de los costos puede limitar su capacidad para moverse libremente. Al mismo tiempo, la creciente concientización sobre la necesidad de acelerar los esfuerzos para prevenir el cambio climático nos hace más conscientes y exigentes desde el punto de vista del medio ambiente”.

Un auto familiar típico de mediados de los 70 pesaba unos 800 kg y medía 3,7 m de largo y 1,6 m de ancho. Los equivalentes actuales superan los 1.200 kg, miden al menos 4,3 m de largo y 1,8 m de ancho. Algunos incluso pesan más de 2.500 kg.  Los requisitos legales y de seguridad han impulsado algo este aumento, pero si la tendencia continúa y seguimos llevando hasta su estacionamiento estos vehículos el 95% de los días y conduciendo en el 80% de los desplazamientos con un solo ocupante, el conflicto entre la necesidad de proteger nuestro planeta y la promesa futura de una movilidad sostenible y electrificada no se resolverá fácilmente.

Citroën cree que la electrificación no debe ser una extorsión, y que tener conciencia ecológica no debe ser un castigo que restrinja nuestra movilidad o que configure vehículos menos gratificantes en el día a día.  Tenemos que invertir las tendencias haciéndolos más ligeros y económicos, y encontrar ingeniosas formas para maximizar su uso. De lo contrario, las familias no podrán permitirse la libertad de movilidad cuando los vehículos 100% eléctricos se conviertan en la única opción disponible. El Oli es una demostración poderosa de cómo Citroën está afrontando estos conflictos de frente y con optimismo”.

“El Oli es una plataforma de trabajo para explorar ideas ingeniosas que son realistas para la producción del futuro”, expone Laurence Hansen. “No van a salir todas, ni en la forma física que aquí se ven, pero el elevado nivel de innovación que se está presentando está inspirando a los futuros Citroën”.

Los detalles están bien pensados. Los asientos, por ejemplo, son de construcción sencilla y utilizan un 80% menos de piezas que un asiento tradicional. Además, pueden mejorarse o personalizarse fácilmente para adaptarse al gusto de cada propietario. 

El Citroën Oli demuestra que, al enfrentarse a los tradicionales enemigos de los vehículos eléctricos: la autonomía y la eficiencia, puede llegar más lejos, durar más, ser más versátil y costar menos.

“Es un círculo vicioso: ofrecer más autonomía eléctrica requiere una batería más grande. Añadir más tecnología requiere más potencia, lo que también implica una batería más grande. Todo esto añade peso, complejidad y costo, y cuanto más pesa un vehículo, menos eficiente es”, añade Laurence Hansen. “El Oli muestra lo que puede ocurrir al adoptar un enfoque completamente diferente”.

Aunque parece importante, el Oli no es pesado ni voluminoso, ya que su peso objetivo, alrededor de los 1.000 kg, lo hace mucho más ligero que la mayoría de los SUV compactos comparables.

Como resultado, su mecánica 100% eléctrica sólo necesita una batería de 40 kWh para ofrecer una autonomía como objetivo de hasta 400 km. Al limitar la velocidad máxima a 110 km/h para maximizar la eficiencia su consumo de 10 kWh/100 km es realista, y la carga del 20% al 80% se completa en 23 minutos.

Al contar con la función inteligente “Vehicle to Grid” (V2G), el Oli ofrece la posibilidad de que su propietario gane dinero almacenando el exceso de energía de los paneles solares del hogar y vendiéndolo a los proveedores de energía, así como ayudando a gestionar los problemas de energía cuando hay un pico de demanda o un corte de energía en la red.

El Citroën Oli también muestra cómo un vehículo puede convertirse en un hogar al estar fuera de casa gracias a su función “Vehicle to Load” (V2L). Utilizando su batería de 40 kWh, con una toma de corriente de 3,6kW (el equivalente a un enchufe doméstico de 230 V y 16 Ah), el Oli puede, en teoría, suministrar energía a un dispositivo eléctrico de 3.000 W durante aproximadamente 12 horas.

Con un tamaño similar al de un SUV compacto, con 4,20 m de largo, 1,65 m de altura y 1,90 m de ancho, el Oli refleja un capo, techo y paneles de la “caja trasera” planos. La carrocería, creada en asociación con BASF, se ha fabricado a partir de cartón corrugado reciclado con una estructura de tipo sándwich en nido de abeja entre paneles de refuerzo de fibra de vidrio. Están revestidos con resina de poliuretano Elastoflex cubierta con una capa protectora de Elastocoat resistente y texturizada, que se suele utilizar en el suelo de los parqueaderos, y pintados con la pintura al agua R-M Agilis de BASF.

Los paneles son rígidos, ligeros y resistentes -tan fuertes que un adulto puede ponerse de pie sobre ellos-, y su peso se reduce en 50% frente a los equivalentes construidos en acero para el techo.

Se calcula que el precio del Citroen Oli podría ser de 25 mil dólares, unos 100 millones de pesos colombianos.

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