Dartz. Hace diez años, la comedia política de Sacha Baron Cohen, El Dictador, se estrenó como «una historia heroica de un dictador que arriesgó su vida para asegurarse de que la democracia nunca llegaría al país que oprimió con tanto amor». En la película, Cohen interpretó al almirante general Aladeen, un sátrapa de un país ficticio llamado República de Wadiya, que era dueño de un SUV extravagante construido por la empresa lituana Dartz. El fabricante de automóviles ahora celebra 10 años desde el estreno de la película con un nuevo modelo especial.
Dartz
El SUV dorado se llama Prombron The Dictator Aladeen Edition MMXXII, del cual se producirán solo 10 ejemplares. Originalmente, Dartz ensambló tres unidades que se usaron para filmar El Dictador, pero ahora esa opulenta máquina finalmente llega al mercado. Sin embargo, existen algunas diferencias importantes entre el SUV de la película y el de carretera.
El SUV Aladeen original se basó en el Hummer H2, pero su sucesor moderno esconde un Mercedes-Maybach GLS. El motor de fábrica está bajo del capó, un V8 biturbo de 4.0 litros, pero después de los ajustes de hardware y software de Dartz, ahora genera 800 caballos y 1,000 Nm de torque, lo que hace posible que el SUV de tres toneladas alcance los 100 kilómetros por hora) en tan solo 3,8 segundos. La velocidad máxima es de 280 km/h.
Estos números seguramente son impresionantes, pero no son lo más impresionante del Prombron The Dictator Aladeen Edition MMXXII. Su carrocería está totalmente blindada y presenta un baño de oro real en lugar de una envoltura dorada. Puede soportar rondas perforantes de alta velocidad de calibre 0.50, mientras que hay una protección opcional que puede soportar granadas y minas. También hay un casco protector opcional, una caja fuerte que funciona con huellas dactilares para guardar pistolas o cigarros caros, y un paraguas a prueba de balas hecho de piel de caimán o pitón, algo que los ambientalistas criticaron al maximo.
El fundador de Dartz, Leonard Yankelovich, le dijo a The Daily Mail que «después de una ola de protestas, nos dimos cuenta de nuestro error y tomamos la decisión de no usar cuero natural en absoluto». Yankelovich dice que si hay suficiente demanda de los clientes, la compañía construirá ejemplos adicionales más allá de las 10 unidades planificadas inicialmente. Cada unidad cuesta alrededor de un millón de dólares, unos 5.000 millones de pesos colombianos.
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