Los accionistas han llevado a Stellantis a los tribunales en el Distrito Sur de Nueva York, EE.UU, acusando al fabricante de automóviles de engañarlos al ocultar el aumento de los inventarios y otros defectos.
Una demanda presentada por la firma Levi & Korsinsky a nombre de Steven Long destaca que el 25 de julio de 2024 Stellantis reveló en un comunicado de prensa sus resultados financieros para el primer semestre del año. Reveló una disminución significativa de las ganancias, atribuyéndola a los bajos márgenes y a los elevados niveles de inventario en sus operaciones en Estados Unidos.
Además, el director ejecutivo de Stellantis, Carlos Tavares, insinuó posibles recortes para las marcas de bajo rendimiento, mientras que la directora financiera, Natalie Knight, indicó la posibilidad de reducir la producción y ajustar los precios de los vehículos.
La demanda alega que Stellantis infló artificialmente el precio de sus acciones durante gran parte de 2024 al hacer repetidamente evaluaciones «abrumadoramente positivas» sobre los inventarios, el poder de fijación de precios, los nuevos productos y el margen operativo. Cuando se publicaron sus resultados financieros, se reveló que el beneficio operativo había caído 40% hasta los 8.460 millones de euros (9.280 millones de dólares). El precio de las acciones de Stellantis cayó más del 7% el 25 de julio.
Los accionistas de Stellantis que sufrieron pérdidas entre el 15 de febrero de 2024 y el 24 de julio de 2024 pueden presentar una reclamación antes del 15 de octubre de 2024 y unirse a la demanda contra Carlos Tavares y Natalie Knight.
En declaraciones a Reuters, Stellantis dijo que «esta demanda no tiene fundamento y la empresa tiene la intención de defenderse enérgicamente».
Vale la pena señalar que los accionistas demandan con frecuencia a las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos después de caídas inesperadas del precio de las acciones, y no hay garantía de que esta demanda tenga éxito. Sin embargo, está claro que Stellantis está pasando apuros.
En los últimos meses, al menos cinco ejecutivos han abandonado la marca y, a mediados de julio, Stellantis demandó a un cuarto proveedor por las recientes subidas de precios. Algunas de sus submarcas también están lidiando con una amenaza del director ejecutivo Tavares de que podrían ser eliminadas si no empiezan a ser rentables.
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