Xiaomi comenzó la producción de su primer vehículo eléctrico en marzo y ya se ha vuelto rentable, con un margen bruto que supera el 15%. Esto demuestra que otras empresas pueden vencer a Tesla en su propio terreno.
Tesla ha cambiado la percepción de la gente sobre los vehículos eléctricos al demostrar que pueden ser tan buenos o incluso mejores que los de combustión. A pesar de los escépticos, Tesla no solo creó vehículos eléctricos atractivos en segmentos clave del mercado, sino que también vendió suficientes Model Y para convertir al crossover eléctrico en el automóvil más vendido del mundo, independientemente del sistema de propulsión. Sin embargo, su mayor logro fue demostrar que los vehículos eléctricos se pueden producir a gran escala y de manera rentable.
Hasta hace poco, este ha sido un privilegio del que solo disfrutaba Tesla. Incluso las empresas emergentes de vehículos eléctricos más prometedoras, como Rivian y Lucid, han estado gastando dinero en efectivo porque eso es lo que hacen las empresas emergentes. Sorprendentemente, a los fabricantes de automóviles tradicionales les resultó imposible producir autos eléctricos sin perder dinero. Esta es la razón principal por la que todos están reconsiderando sus planes mientras culpan a la desaceleración del mercado de sus propios fracasos. Sin embargo, esto podría ser cierto solo para los fabricantes de automóviles tradicionales en Europa y América del Norte. En China, la historia es completamente diferente.
Las empresas chinas controlan toda la cadena de suministro de vehículos eléctricos, desde la extracción de minerales hasta las celdas y componentes de la batería y el producto final. Esto les ha permitido producir vehículos eléctricos baratos, presionando a los fabricantes de automóviles occidentales en China. El país tiene sus propias empresas emergentes que pierden dinero, como Nio y XPeng, pero los grandes como BYD y Geely están ganando mucho dinero con la venta de vehículos eléctricos. A medida que se preparan para expandirse al extranjero, ejercerán más presión sobre los fabricantes de automóviles occidentales dondequiera que operen.
No está claro dónde se encuentra Xiaomi en este panorama, ya que no es un fabricante de automóviles tradicional ni una empresa emergente de vehículos eléctricos. El gigante tecnológico conocido por sus teléfonos inteligentes y otros dispositivos recién comenzó a entregar su primer vehículo eléctrico en abril. Cuatro meses después, está claro que el SU7 es un éxito rotundo, convirtiéndose en uno de los vehículos eléctricos más vendidos en China. Aún más impresionante, Xiaomi logró aumentar la producción en un tiempo récord, con más de 27.000 unidades vendidas en el segundo trimestre.
Xiaomi confiaba en poder vender 100.000 SU7 para finales de 2024. Sin embargo, a la luz de su éxito, ahora apunta a 120.000 vehículos. El joven fabricante de automóviles comenzó la producción en doble turno en junio y continúa expandiendo la capacidad de su planta. Sin embargo, especialmente para los fanáticos de Tesla en los EE. UU., esto parece inconcebible.
Pero Xiaomi ha ofrecido los datos financieros de sus operaciones de vehículos eléctricos. En el informe del segundo trimestre, Xiaomi mostró que su división de vehículos eléctricos contribuyó con 6.200 millones de RMB (870 millones de dólares) al flujo de ingresos de la empresa. Durante el trimestre, la misma división reportó un margen bruto de 15.4 por ciento, que se alinea con los mejores de la industria automotriz.
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