Si las ventas de las marcas Dodge y Jeep en Estados Unidos están cayendo, las de Fiat no van mejor y menos para su emblemático modelo 500. Por ello, Stellantis anunció que extenderá la suspensión de la producción del Fiat 500 totalmente eléctrico hasta el 1 de noviembre debido a la baja demanda.
La compañía detuvo la producción del 500 el pasado 12 de septiembre en la planta de Mirafiori, Italia, y así lo tenía planeado para las siguientes cuatro semanas. Ahora, esa paralización se ha extendido por casi otro mes.
La decisión, informa Reuters, viene acompañada de una declaración entregada a los sindicatos en la que se afirma que el mercado de autos eléctricos en Europa está «en serios problemas».
Para poner en contexto, Stellantis vendió solo 470 Fiat 500 en Estados Unidos en la primera mitad de 2024. En 2012, su mejor año de ventas, la empresa vendió 46.999 ejemplares del 500 de última generación. Incluso en 2020, después de que el auto se hubiera descontinuado en América del Norte, Stellantis logró vender 674 unidades.
La falta de demanda tiene sentido, al menos para Estados Unidos. El 500e tiene solo 230 kilómetros de autonomía y su precio inicial es de 34.095 dólares, unos 120 millones de pesos colombianos. Esas cifras no tienen sentido para los compradores estadounidenses, ya que por el mismo precio, se pueden comprar un Hyundai Kona eléctrico con 520 kilómetros de autonomía.
A pesar de la interrupción de la producción, el Fiat 500 no dejará de producirse. Stellantis planea invertir más de 110 millones de dólares en el vehículo en los próximos dos años, que financiarán el desarrollo de una versión híbrida a gasolina que llegará el año que viene.
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