El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, se echó para atrás. El periodo de gracia que las 14 marcas bajo el paraguas de Stellantis tenían para demostrar su valía en 2031 se redujo cinco años antes de lo previsto.
Tavares dijo que solo se financiarán los primeros cinco años, es decir, si bien cada marca puede tener un plan de producto que se extiende hasta 2031, el dinero se agotará en 2026. Después de eso, es una carrera para ver quién se queda en el juego.

El ejecutivo, en palabras a Auto News en el Salón del Automóvil de París, dejó en claro que los análisis comenzarán pronto: «Revisaremos el desempeño de cada marca aproximadamente en dos tercios del camino a través del plan Dare Forward 2030, por lo que podrían esperar decisiones en dos o tres años».
Agregó que si bien algunos lanzamientos de productos podrían haberse pospuesto debido a «condiciones cambiantes», ninguno de ellos ha sido cancelado todavía. Y él se mantendrá en su puesto hasta que finalice su contrato actual a principios de 2026, como parte de varios cambios de gestión dentro del grupo. Su mandato no ha sido tranquilo, ya que ha enfrentado duras críticas de los concesionarios y sindicatos estadounidenses por sus estrategias, pero ahora él también podrá salir del escenario si los números siguen en rojo.

La jubilación de Tavares significa que su sucesor será el que decida qué marcas sobreviven y cuáles se eliminan, se venden o se fusionan. El nuevo CEO tomará las decisiones difíciles sobre el futuro de las 14 marcas de Stellantis, entre ellas Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Fiat, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot, Ram y Vauxhall, sin mencionar su participación en la china Leapmotor.
John Elkann, presidente de Stellantis, también estuvo presente en el Salón del Automóvil de París 2024. En una entrevista con AFP, dijo que la compañía no tiene interés en ninguna fusión o adquisición de otros fabricantes: «No estamos listos para consolidarnos, pero tampoco para desconsolidarnos. Este no es el momento».

El alto funcionario afirmó que la próxima reestructuración de la dirección fue un deseo del propio Tavares. El presidente elogió el trabajo del CEO durante los últimos cuatro años, confirmando el apoyo continuo de los principales accionistas y el consejo de administración.
Fotos: Alexander Migl y Stellantis
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