Después de cinco meses de haberse declarado en bancarrota, la empresa de asientos deportivos Recaro encontró un salvavidas y podrá seguir en el mercado mundial automotor.
La compañía italiana Proma Group ha firmado un acuerdo de inversión con el fabricante alemán, y la pareja ya ha comenzado el período de transición para asumir las nuevas condiciones del negocio.
Proma dijo que mantendría a varios empleados para «garantizar una transición más fluida y así satisfacer las necesidades de los clientes».
Recaro volverá a tener disponible el servicio de posventa a partir del próximo mes, cuando también transferirá la producción OEM a Italia donde reiniciará sus operaciones.
La empresa alemana se declaró en quiebra a finales de julio pasado, luego de enfrentar «dificultades financieras significativas» que no le permitieron ser proveedor de marcas, lo cual generó la interrupción de la producción del Ineos Grenadier hace unos meses. No obstante, las operaciones de Recaro en Norteamérica y Japón continuaron sin interrupción.
«Nuestra inversión en Recaro Automotive fortalecerá nuestra capacidad para ofrecer asientos de primera calidad, al tiempo que adopta las innovaciones más avanzadas en el sector automotor», dijo el CEO de Proma Group, Luca Pino.
Proma Group se especializa en la construcción de varios componentes automotrices, entre ellos estructuras de asientos, conjuntos de carrocería y vigas de suspensión. Emplea a 5.000 personas que trabajan en 25 fábricas en tres continentes.
Recaro no ha sido la única empresa destacada de la industria que ha enfrentado problemas económicos graves en 2024. El fabricante de rines BBS y el taller tuning Hoonigan también se declararon en quiebra este año.
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