Una joya de Lamborghiny se fugó de Colombia

Estuvo en Colombia 22 años y ahora no. Una de las joyas casi desaparecidas de Lamborghini, el LM002 con especificaciones estadounidenses, fue cazado por una empresa coleccionista de autos y ahora reposa en un garaje donde va a esperar un comprador millonario.

A principios de los 80s, Lamborghini fabricó una camioneta cuando el mercado esperaba que lanzara un auto deportivo tras otro. Unas pocas unidades fueron pedidas por un concesionario en Miami en 1991 y una de ellas desapareció del radar en 1992 porque terminó en Colombia.

Los rumores decían que no solo uno, sino dos Lamborghini LM002 pisaron suelo colombiano. Uno de ellos, de color negro, pertenecía a Pablo Escobar, y se dice que lo vieron en ese auto en particular por las vias de Medellin. El otro, era de color blanco que estaba en manos de un hacendado con residencia en Bogotá, pero muy pocas personas tenían idea de su historial.

Era un vehículo con especificaciones especiales. Tenía la palabra «American» en la rueda de repuesto montada en la parte trasera. La especificación «American» incluía rines OZ más grandes, parachoques cromados y un motor V12 con inyección de combustible mejorado, de 5,2 litros, aunque tambien habia una version 7.2 lts con maquina L804 utilizada en lanchas de alta mar de clase 1.

Lamborghini fabricó 301 unidades del LM002, pero el blanco era uno de los apenas 60 ejemplares «LM/American» entregados en EE.UU. Todos ellos habían salido de la línea de producción en ese color o en negro. La marca italiana lo presentó oficialmente en el Salón del Automóvil de Detroit 1990, pero pronto anunciaron que finalizaban la producción a pesar de los 800 pedidos recibidos. Su construcción era demasiado costosa y fabricarlo junto con los deportivos de la época era complicado.

El SUV fue concebido en los años 80 como una oferta para el ejército estadounidense y comenzó a ser desarrollado con el nombre proyecto Cheetah. Era un vehículo todoterreno ligero con tracción en las cuatro ruedas y motor trasero que al final no fue seleccionado por los militares norteamericanos. Sin embargo, Lamborghini decidió rediseñarlo para el mercado civil y nació así el LM001 que fue más un concept que montaba motor V8 de AMC.

Pero ingenieria llevo a cabo cambios importantes y decidió que el LM002 hecho en la fábrica de Sant’Agata Bolognese tendría un chasis completamente nuevo y el motor del Countach de 455 caballos en la parte delantera. Lamborghini lo presentó en el Salón del Automóvil de Bruselas de 1986 y lo llamó cariñosamente Rambo Lambo. Y para convencer a los compradores estadounidenses, se ensamblo una versión denominada American.

Parecía militar en todos los sentidos, pero era lujoso, con tapicería de cuero, molduras de madera, elevalunas eléctricos, aire acondicionado y un radio de primera calidad montado en una consola de techo. Su velocidad máxima era de 210 km/h.

Los coleccionistas han perseguido el LM002 desde hace tiempo. Una empresa dedicada a estas tareas es Curated, con sede en EE.UU y especializada en ubicar, restaurar y vender autos europeos antiguos, especialmente aquellos construidos entre 1970 y principios de 2000. Su dueño es John Temerian quien tenía una foto de principios de los 90 en la que aparecía una parte del Lamborghini LM002 junto a tres Diablos.

El consiguió ponerse en contacto con el autor de la foto, quien demoró dos semanas mas para encontrar las que aparecía el camión entero. John las compró de inmediato, pues sabía que le resultarían útiles. Las gráficas y los datos le permitieron saber que el LM002 se vendió originalmente en agosto de 1991 a un concesionario de Estados Unidos. La camioneta partió de Miami hacia Colombia en octubre de 1992, cuando sólo tenía 365 kilómetros en el odómetro.

El equipo de Curated comenzó a investigar y descubrió que el vehículo pertenecía a alguien relacionado con la agricultura. El propietario original había fallecido, pero la familia cercana aun conservaba la camioneta en Bogotá. Temerian viajó personalmente para reunirse con la familia. Andrés, el sobrino del dueño, le mostró toda la documentación original al igual que todo el equipamiento de la unidad. La radio Alpine, la pintura, las ruedas y la caja de herramientas eran las que tenía el Lamborghini cuando salió de la fábrica. Tampoco se había cambiado nada debajo del capó.

Dos meses después de la reunión en Bogotá, y tras pagar una suma cercana a los 200 mil dólares (la cotización de las paginas especializadas lo elevan hasta 350 mil dólares) el Lamborghini regresó a Miami. Habían pasado 22 años desde su partida a Colombia.Solo tiene 9.000 kilómetros originales en el reloj y no muestra mucho desgaste. Los asientos de cuero negro están en buenas condiciones, al igual que la moldura de madera que cubre el tablero. El tinte de la ventana trasera se desprenderá ya que no es original. La cubierta de lona es original, pero está desgastada, por lo que se va a reemplazar. 

Temerian muestra los documentos de importación de 1992 y se divierte al ver que las autoridades aduaneras en Cali escribieron Lamborghiny con una «Y» en lugar de una «i». Eso lo hace aún más original.

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