Trabajadores casi esclavizados en obra de BYD en Brasil

El fabricante de automóviles chino BYD ha estado expandiendo agresivamente su presencia global, y Brasil es parte clave de su estrategia de crecimiento. Sin embargo, ese impulso se detuvo el lunes pasado, cuando las autoridades detuvieron la construcción de la nueva planta de fabricación, algo que pone  incertidumbre en  los planes de la compañía.

Según funcionarios del gobierno, la empresa de construcción responsable del proyecto, llamada Jinjiang Construction, trató a sus 163 trabajadores como esclavos. Ellos, supuestamente contratados en China por una empresa aislada, fueron llevados a Brasil a través de medios irregulares y muy cuestionables. Para empeorar las cosas, a más de 100 de ellos se les retuvo el pasaporte, lo que los dejó en condiciones de explotación.

Los trabajadores chinos vivían en el sitio de construcción, en habitaciones con camas sin colchones y, en un caso, habia un solo baño para 31 personas. Por ello, un informe oficial del gobierno dice que los trabajadores solían despertarse alrededor de las 4 a.m. para que todos pudieran tener acceso al baño antes de iniciar labores a las 5:30 a.m.

“En una de las habitaciones, ocupada por un cocinero, se encontraron ollas con comida preparada en el suelo, expuestas a la suciedad y sin refrigeración, para ser servidas al día siguiente”, dice la oficina del fiscal público del Trabajo. Como si no fuera suficiente, Jinjiang Construction Brazil LTD., con sede en Sichuan, China, les hizo la vida más difícil en lo que respecta al salario y la libertad laboral.“Los trabajadores debían pagar un depósito, se les retenía el 60% de sus salarios (recibiendo solo el 40% en moneda china), enfrentaban costos excesivos por rescindir sus contratos y la empresa les retenía los pasaportes”, agregaron las autoridades.

Estas condiciones eran lo suficientemente malas como para que Jinjiang Brazil LTD ahora tenga prohibido continuar sus operaciones. Aunque los trabajadores permanecerán en las mismas instalaciones por el momento, ya no se les permite trabajar para Jinjiang. Las autoridades tienen previsto reunirse con BYD y Jinjiang para determinar los siguientes pasos.Alexandre Baldy, vicepresidente sénior de BYD Brasil, afirmó: “BYD Auto do Brasil reitera su compromiso con el pleno cumplimiento de la legislación brasileña, especialmente en lo que respecta a la protección de los derechos de los trabajadores y la dignidad humana”.

Por su parte, Jinjiang publicó en su cuenta de Weibo que la descripción de los trabajadores como «esclavizados» era inexacta y que había malentendidos en la traducción. Igualmente, subió un video de un grupo de trabajadores chinos, uno de los cuales leyó una carta, diciendo que la afirmación de que habían sido rescatados insultaba su dignidad. El trabajador no identificado dijo que estaban conmocionados por la posibilidad de que pudieran ser enviados a casa, pues querían mantener sus puestos y continuar laborando en Brasil.

BYD dijo inicialmente que había cortado lazos con Jinjiang, pero la declaración de Jinjiang fue publicada más tarde en línea por un ejecutivo de BYD que acusó a «fuerzas extranjeras» y algunos medios chinos de «difamar deliberadamente a las empresas chinas y el país y socavar la relación entre China y Brasil».

BYD es la marca de autos eléctricos más vendida en el país y se suponía que la nueva instalación entraría en funcionamiento el año que viene. Sin embargo, ahora no está claro cómo afectará esta controversia a los planes futuros de la empresa. 

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