La administración Biden ha dado un paso más hacia la prohibición de las importaciones de vehículos y tecnología chinos, lo que podría suponer un gran desafío tanto para los fabricantes de automóviles locales como extranjeros.
En un comunicado, la Casa Blanca dijo que Biden estaba tomando “acciones fuertes y decisivas para proteger al pais de los riesgos de seguridad nacional asociados con la explotación de las cadenas de suministro de vehículos conectados de Estados Unidos por parte de la República Popular China y la Federación Rusa”. Como parte de este esfuerzo, el Departamento de Comercio finalizó una norma que “prohibirá la venta e importación de sistemas de hardware y software de vehículos conectados, así como de vehículos conectados completos”, procedentes de China y Rusia.
La Casa Blanca dijo que la conectividad Bluetooth, celular, satelital y WiFi puede brindar a los clientes una mayor comodidad y seguridad, pero “la participación de adversarios extranjeros en las cadenas de suministro” plantea una amenaza importante. Sugirieron que esto podría dar a “actores malignos acceso sin restricciones a estos sistemas conectados y a los datos que recopilan”.
La administración Biden continuó señalando las “operaciones de intrusión y espionaje cibernético de China, siguen representando una amenaza significativa para la infraestructura y la seguridad pública de Estados Unidos”. Señalaron los recientes ataques del grupo de hackers chino autodenominado Volt Typhoon a los sistemas de comunicaciones, energía, transporte y agua, que la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad ha atribuido a piratas informáticos patrocinados por China.
Además de la capacidad de interrumpir la infraestructura crítica de EE.UU., al gobierno le preocupa la «recopilación masiva de información confidencial, incluidos datos de geolocalización, grabaciones de audio y video y otros análisis».
Si bien aún hay muchas preguntas, la Casa Blanca dijo que la norma «prohibirá la importación o venta de ciertos sistemas de vehículos conectados diseñados, desarrollados, fabricados o suministrados por entidades con vínculos con la República Popular China o Rusia». Esto incluye sistemas y componentes de conectividad como módulos Bluetooth, celulares, satelitales y Wi-Fi, así como sistemas de conducción automatizada.
La norma también incluye “restricciones a la importación o venta de vehículos conectados que utilicen software VCS [sistemas de conectividad de vehículos] y ADS [sistemas de conducción automatizada], así como a las importaciones de equipos de hardware VCS”. Las restricciones de software entrarán en vigor para el año modelo 2027, mientras que las restricciones de hardware seguirán para el año modelo 2030.
Curiosamente, la norma también se dirige a las empresas que fabrican vehículos en Estados Unidos. Como explicó la Casa Blanca, “la ley también incluye una prohibición de la venta de vehículos conectados en Estados Unidos por parte de entidades que sean propiedad de, controladas por o sujetas a la jurisdicción o dirección de la República Popular China o Rusia, incluso si esos vehículos se fabricaron en Estados Unidos”. Esto entra en vigor para el año modelo 2027.
La norma solo se aplica a los vehículos de pasajeros, pero el gobierno ahora está buscando hacerlo en los vehículos comerciales, así como en los que pesan más de 4500 kilos.
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