Audi ha anunciado que despedirá a 7.500 empleados de aquí a 2029 con el objetivo de aumentar la velocidad, la productividad y la flexibilidad de sus plantas de Ingolstadt y Neckarsulm (Alemania). El fabricante afirma que esta medida generará un ahorro anual de más de 1.100 millones de dólares.
Audi también invertirá 8,700 millones de dólares en sus instalaciones hasta finales de la década. Incorporará otro producto eléctrico de gama baja en Ingolstadt y preparará su planta de Neckarsulm para la digitalización y la inteligencia artificial. También creará un «fondo de futuro» de 273 millones de dólares que permitirá a la compañía establecer nuevas plataformas de producción para futuros vehículos eléctricos en la planta.
La incertidumbre en torno a la normativa sobre vehículos eléctricos en Estados Unidos y los eléctricos chinos de bajo costo están ejerciendo presión sobre las finanzas y el futuro de Audi y Volkswagen Group. La amenaza de aranceles, que podría obligar a la marca de lujo a trasladar su producción a Estados Unidos, y el empeoramiento de las perspectivas económicas tampoco ayudan.
Audi afirma que basará los despidos en «escenarios objetivo» que reducirán la burocracia para «acelerar» los procesos de desarrollo e innovación. Según Reuters, Audi ha recortado 9.500 puestos de producción desde 2019, y los siguientes despidos provendrán de los sectores de administración, desarrollo y otras áreas similares. Audi también extendió un acuerdo de estabilidad laboral con su comité de empresa en sus plantas alemanas hasta 2033, ya que planea fabricar menos modelos y más costosos.
El fabricante anunció el mes pasado que se centraría en la alta gama, «aumentando el prestigio, el atractivo y la percepción de la marca», al tiempo que prioriza la calidad del negocio sobre la cantidad.
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