Tras el drama y la lluvia de agua y retiros en el Gran Premio de Australia el pasado fin de semana, la Fórmula 1 se dirige a Shanghái, China, para la segunda ronda del campeonato mundial 2025.
El Circuito Internacional de Shanghái, ubicado en el distrito de Jiading de la ciudad, ha albergado el Gran Premio de China desde 2004, convirtiéndose rápidamente en un éxito instantáneo entre equipos y pilotos gracias a sus instalaciones ultramodernas y su complicado trazado.
En 2024, la carrera regresó al calendario de la F1 tras cuatro años de ausencia debido al COVID-19. Allí, el vigente campeón del mundo, Max Verstappen, consiguió su cuarta victoria de la temporada, mientras que el local Zhou Guanyu se convirtió en el primer piloto chino en competir en casa, terminando en el puesto 14.

Este año, Zhou verá la carrera desde el garaje de Ferrari como piloto reserva del equipo, mientras que Verstappen llega al fin de semana con renovada confianza tras una ajustada derrota ante Lando Norris de McLaren.
Para añadir un toque especial a lo que prometen ser tres días de acción, China será el primero de seis fines de semana con carrera Sprint, donde los equipos competirán por los puntos adicionales del campeonato.
McLaren quiere seguir de largo
Norris y su compañero de equipo, Oscar Piastri, coparon la primera fila en la clasificación y fueron poco menos de medio segundo más rápidos que Verstappen. La escudería inglesa probablemente habría asegurado el doblete si Piastri no hubiera perdido una vuelta intentando volver a la carrera tras un trompo en la vuelta 45 cuando iba segundo detrás de Norris.

El británico tuvo una salida brillante en Melbourne, un problema que le había perjudicado en su primera aspiración al título, antes de completar una carrera casi perfecta, manteniendo la calma a pesar de la presión de Verstappen y Piastri.
Por otra parte, Piastri llegará a Shanghái con la vista puesta en la redención tras perder la oportunidad de ganar en casa, donde manejó muy bien antes de su trompo.
Verstappen es la amenaza mayor
A pesar del pesimismo previo a Melbourne que minimizó las expectativas de un buen resultado, Verstappen volvió a estar a la altura y salvó el éxito de Red Bull en Australia.
En un fin de semana en el que su nuevo compañero de equipo, Liam Lawson, pasó la mayor parte luchando por encontrar el ritmo, lo que le llevó a terminar la carrera contra los muros en la vuelta 47, Verstappen exprimió al máximo el Red Bull RB21. El campeón del mundo se sorprendió a sí mismo al clasificarse P3.

En carrera, el holandés partió raudo para arrebatarle el segundo puesto a Piastri y mantuvo a Norris a raya durante el primer stint, antes de que un ligero bloqueo en la vuelta 17 lo colocara detrás del australiano. El segundo periodo del auto de seguridad permitió a Verstappen acercarse a los McLaren, y en las últimas vueltas, estuvo a tiro del británico en DRS, pero se quedó sin vueltas para superarlo.
Con solo una sesión de entrenamientos para el fin de semana del Sprint, los equipos tendrán un tiempo de preparación limitado, lo que significa que nadie puede llegar a la clasificación del como favorito. Esta igualdad de condiciones le da a Verstappen la oportunidad de asegurar su primera victoria del año, siempre que tenga un buen comienzo.
Ferrari, de la emoción a la dura realidad
Meses de anticipación y emoción en torno al equipo de ensueño de Ferrari terminaron en un suspiro en Australia. Ni Lewis Hamilton ni Charles Leclerc pudieron inquietar a los líderes, dejando a los directivos de Maranello con un dolor de cabeza que podría calmarse en China.

Uno de los mayores problemas de Ferrari en Melbourne fue la falta de agarre, con Leclerc y Hamilton apenas logrando el séptimo y octavo puesto en la parrilla, a más de seis décimas del poleman Norris.
La carrera fue similar, con Ferrari sufriendo además un error estratégico al quedarse demasiado tiempo en pista con las llantas slicks cuando la lluvia arreció. En consecuencia, ambos vehículos quedaron relegados al final de la segunda ronda de paradas en boxes.
Con la presión de los altos mandos en Maranello y los impacientes Tifosi, el equipo rojo debe rendir mejor en China. Si el SF-25 se adapta mejor a Shanghái, la temporada podría finalmente comenzar en serio.
Un reto difícil para los novatos
Para la clase 2025, Australia fue una prueba de fuego, ya que probaron sus nuevos autos en condiciones de lluvia en una pista que desconocían por completo.
El debut de Isack Hadjar transcurría sin contratiempos hasta el día de la carrera: un interesante P11 en la salida se echo a perder con el accidente en la vuelta de formación, que lo dejó con lágrimas y un consuelo de papa Hamilton. Por su parte, el local Jack Doohan abandonó la carrera en la primera vuelta por un choque a la salida de la curva 5, lo que convirtió su Alpine en chatarra y puso en peligro aún más su ya frágil posición dentro del equipo anglo-francés. A su vez, la prometedora carrera de Gabriel Bortoleto terminó abruptamente contra el muro en la curva 15, cuando la suspensión trasera de su Sauber se rompió en la vuelta 45.
Oliver Bearman pudo haber visto la bandera a cuadros, pero el británico de Haas no tuvo suerte. Dos incidentes en los entrenamientos y un fallo en la caja de cambios en la clasificación lo dejaron en desventaja para la carrera, terminando en un modesto P14. En contraste, su excompañero de equipo en Fórmula 2, Kimi Antonelli, justificó la decisión de Toto Wolff de ascenderlo a Mercedes con una actuación estelar. Se abrió paso desde el P16 de la parrilla hasta terminar cuarto tras adelantar a Alex Albon (Williams) en los tramos finales.

Pero si Australia parecía difícil, los cinco novatos se enfrentarán a una tarea titánica en China, con tiempo limitado para familiarizarse con el circuito antes de ser lanzados directamente a la carrera Sprint.
El primero de los seis fines de semana de la F1 con la carrera adicional arranca en China por segunda temporada consecutiva. En 2024, Verstappen ganó la Sprint por delante de Hamilton y su entonces compañero Sergio Pérez, quien completó el podio.
Las mini carreras, introducidas por primera vez en el GP de Gran Bretaña de 2021, hacen muy diferentes los fines de semana. En lugar de las dos sesiones de entrenamientos habituales del viernes, los equipos y pilotos solo tendrán una antes de la clasificación Sprint. La competencia se disputa el sábado por la mañana y los ocho primeros clasificados suman puntos, ocho de los cuales se otorgan al ganador. La clasificación se disputa por la tarde, seguida de la carrera del domingo.

Con la eliminación del punto de bonificación por la vuelta rápida, la Sprint cobrará importancia, pues todo indica que la temporada será muy cerrada y cualquier punto puede definir el campeonato final.
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