Los ataques contra Tesla están pasando de castaño a oscuro. El vandalismo y las protestas parecen no dar señales de ceder, y más bien están empeorando tal como se registró el pasado miércoles en Canadá. En lo que posiblemente sea uno de los ataques más grandes de los que haya noticia hasta la fecha, al menos en cuanto a la cantidad de vehículos afectados, más de 80 Tesla resultaron dañados en un concesionario de Hamilton, Ontario,.
La policía acudió al lugar y descubrió que más de 80 vehículos estacionados al aire libre presentaban daños, incluyendo rayones profundos y neumáticos pinchados, daños que se estiman en 140,000 dólares, unos 600 millones de pesos colombianos.

«La policía está revisando las cámaras de seguridad y solicita la colaboración del público para resolver este crimen», declararon las autoridades de Hamilton en un comunicado.
Este ataque es solo el último de una serie de incidentes que han puesto a Tesla en la mira. Días antes, un incendio sospechoso en un estacionamiento de London, Ontario, dejó un Tesla Model S 2025 en llamas.
Estos incidentes no son aislados; los ataques contra vehículos y concesionarios Tesla están surgiendo en todo el mundo, aunque en Estados Unidos la proporción es mucho mayor. De hecho, en las últimas semanas se ha producido un preocupante aumento de vandalismo, entre ellos un incendio en un concesionario de Las Vegas que afectó a cinco vehículos, disparos con rifle AR-15 a una vitrina de la marca en Oregon y averías a una estación de carga en South Carolina.

La intensidad de los ataques parece haberse disparado desde que el presidente Donald Trump nombró a Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, para dirigir el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Los drásticos recortes al gasto público adelantados por esta oficina provocaron despidos generalizados, los cuales probablemente han avivado las tensiones. Y los tuits de Musk en su plataforma X, que siguen generando controversia, tampoco han ayudado a calmar la situación.
En Canadá, sin embargo, la situación es más compleja. La retórica cada vez más combativa de la administración Trump, que incluye amenazas de aranceles y llamados a la anexión, ha tensionado las relaciones entre los países vecinos. Elon Musk, aunque no es un funcionario electo, se ha convertido en el blanco de muchas críticas debido a su destacado papel en la administración, y dado que Tesla es su empresa más visible , gran parte de esa frustración se está canalizando directamente hacia la compañía y sus productos.
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