Abril se perfila como un mal mes para los fabricantes de automóviles. A los aranceles anunciados por Donald Trump que entrarán en vigor este jueves se une el informe de la Unión Europea con multas de 495 millones de dólares por «participar en un cartel relativo al reciclaje de vehículos al final de su vida útil».
Según la Comisión Europea, 16 fabricantes de automóviles y la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles “celebraron acuerdos anticompetitivos y participaron en prácticas concertadas relacionadas con el reciclaje de vehículos al final de su vida útil”. En particular, el grupo acordó no pagar a los desmanteladores de automóviles por el procesamiento de los vehículos, ya que creían que este ya era un «negocio suficientemente rentable».

Además, las empresas y la organización supuestamente “compartieron información sensible sobre sus acuerdos individuales con desmanteladores de automóviles y coordinaron su comportamiento hacia ellos”. También habrían ocultado información sobre reciclaje al público para evitar que los consumidores la tuvieran en cuenta al comprar un vehículo.
Estos esfuerzos parecen contradecir la Directiva 2000/53/CE, que exige que el último propietario de un vehículo pueda deshacerse de él sin coste alguno a través de un desguazador. Si es necesario, los fabricantes de automóviles deberían pagar la factura. La Directiva también establece que los consumidores deben estar informados sobre el rendimiento del reciclaje de los automóviles nuevos.

El informe que acumula el comportamiento de más de 15 años involucró a BMW, Ford, Honda, Hyundai/Kia, Jaguar Land Rover, Mazda, Mercedes, Mitsubishi, Opel, Renault/Nissan, Stellantis, Suzuki, Toyota, Volkswagen y Volvo. Tata, General Motors y Geely.
Aunque Mercedes estuvo involucrada, el hecho de delatar a sus co-conspiradores le reporto inmunidad total. Ello le supuso un ahorro de 37,8 millones de dólares en multas.
Honda, Mazda, Mitsubishi y Suzuki tuvieron una “menor participación” en el escándalo, mientras que Renault había “pedido explícitamente una exención del acuerdo de no publicitar el uso de material reciclado en automóviles nuevos”. Stellantis, Mitsubishi y Ford también cooperaron con la investigación a cambio de un castigo más leve.
Volkswagen fue el gran afectado con una multa de 137,7 millones de dólares. Les siguieron Renault/Nissan con US 87,9 millones y Stellantis con US 80,9 millones.

Teresa Ribera, Vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva declaró: «Hoy hemos tomado medidas enérgicas contra las empresas que se confabularon para impedir la competencia en materia de reciclaje. Estos fabricantes de automóviles se coordinaron durante más de 15 años para evitar pagar por los servicios de reciclaje, acordando no competir entre sí en la publicidad sobre el grado de reciclaje de sus vehículos y guardar silencio sobre los materiales reciclados utilizados en sus nuevos vehículos». Y añadió: “No toleraremos cárteles de ningún tipo, incluidos aquellos que suprimen la concienciación del consumidor y la demanda de productos más respetuosos con el medio ambiente”.
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