Ford ha suspendido los envíos de automóviles y camiones a China, mientras la compañía enfrenta aranceles de represalia impuestos a los vehículos fabricados en Estados Unidos. La medida afectará a una serie de modelos, incluidos Ford F-150 Raptor, Bronco y Mustang, así como el Lincoln Navigator.
Es el último resultado de la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, que tiene a los fabricantes de automóviles de ambos lados atrapados en fuego cruzado. China aumentó los aranceles a los vehículos fabricados en Estados Unidos hasta 150 por ciento en respuesta a los gravámenes de la Administración Trump a una amplia gama de productos chinos.
El año pasado, Ford vendió alrededor de 400.000 unidades en el pais oriental, pero solo 5.500 de ellos fueron importados desde Estados Unidos. Es un segmento pequeño pero rentable, segun informa The Wall Street Journal. A pesar de representar un porcentaje menor, Ford ofreció sus modelos más conocidos como un ejercicio de construcción de marca, por ejemplo con la F-150 Raptor que se vendió por más de US100,000 en el mercado chino.
A pesar de la paralización de las exportaciones de autos ensamblados, la empresa seguirá enviando motores y transmisiones.
Mientras tanto, en casa, Ford planea aumentar los precios de los vehículos nuevos si la guerra arancelaria continúa, según un memorando interno. Esto ocurre a pesar de que aproximadamente el 80 por ciento de sus modelos vendidos en Estados Unidos se fabrican en el país. Si bien esto podría ayudarlos a evitar los aranceles generalizados del 25% sobre los automóviles importados, no los protege de los aranceles sobre las piezas fabricadas en el extranjero y utilizadas en sus vehículos.
Un análisis del Centro de Investigación Automotriz, publicado a principios de este mes, afirmó que los aranceles del 25% de Trump a las importaciones aumentarán los costos para los fabricantes de automóviles en aproximadamente $108 mil millones en 2025. Los aranceles intermitentes han dejado a las marcas luchando por reevaluar su posición, pero el presidente Trump indicó a principios de esta semana que podría considerar algunas exenciones a los nuevos gravámenes.
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