Ante los problemas economicos que vive y los que se avecinan, Porsche esta moviendo sus cimientos, y la mas reciente decision fue pedirle el cargo al CEO de la marca, Oliver Blume.
El alto directivo sumaba una década al frente de Porsche y asumió el cargo de director general de Volkswagen hace tres años. Sin embargo, los accionistas que han visto cómo se reducen sus activos afirman que su doble función al frente de Porsche y de su empresa matriz, el Grupo Volkswagen, le ha exigido demasiado.
Las acciones de Volkswagen han caído casi 30 % durante el mandato de Blume, mientras que las de Porsche se han reducido a la mitad desde su salida a bolsa en 2022. El momento decisivo llegó tras otra advertencia sobre beneficios, bajas ventas en China y una fuerte apuesta por los vehículos eléctricos que no ha dado los resultados esperados en el mercado.
Los empleados también intervinieron, y no estaban del lado de Blume. «El CEO no puede ser jefe a tiempo parcial en Wolfsburgo y pasar el resto de su tiempo en Porsche. Esta situación debe terminar», declaró Daniela Cavallo, presidenta del Comité de Empresa de VW, hace unas semanas durante una reunión de personal, según el periódico alemán Bild.
«Como CEO de Porsche AG, el Dr. Oliver Blume ha asumido una gran responsabilidad en tiempos difíciles y ha gestionado la empresa con éxito. El Consejo de Supervisión de Porsche AG agradece al Dr. Blume su firme compromiso. Esperamos seguir trabajando estrechamente y con confianza con él como CEO del Grupo Volkswagen», se lee en el comunicado oficial de la compañía.
Por lo tanto, Blume se retirará de Porsche, pero continuará como director general de VW. Su reemplazo en Porsche sera Michael Leiters
Leiters llegó a McLaren en 2022 tras haber trabajado en Ferrari desarrollando los híbridos SF90 y 296, pero es alemán de nacimiento y una figura reconocida en Stuttgart, ya que trabajó en Porsche entre 2000 y 2013, donde ayudó a crear el Cayenne Híbrido.
Leiters podría representar el regreso a la cima para Porsche. Con experiencia en ingeniería, una clara mentalidad deportiva de lujo y un profundo conocimiento del ADN de la marca, podría ayudar a Porsche a centrarse en lo que mejor sabe hacer.
La compañía revisó recientemente su estrategia de electrificación, comprometiéndose a invertir más en nuevos vehículos de combustión y a extender la vida útil de los que ya están a la venta.
Un SUV tope de gama, con nombre en código K1 y diseñado para situarse por encima del Cayenne, fue concebido como un vehículo eléctrico, pero ahora contará con motores de combustión e híbridos.
Porsche también ha comenzado a trabajar en un sustituto del Macan con motor de combustión interna para comercializarlo junto con el nuevo Macan eléctrico, e incluso ha revelado que los nuevos 718 Boxster y Cayman EV se modificarán para que los motores de combustión puedan ofrecerse a los compradores premium.
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