El Departamento de Estado de Michigan, EEUU, (MDOS) ha suspendido la licencia de operación a un concesionario de GM por lo que considera un «peligro inminente para el público». El concesionario afirma que todo se debe a leyes obsoletas.
Según el MDOS, LaFontaine Chevrolet Buick GMC de St. Clair vendía autos de prueba o demos como si fueran nuevos. Los inspectores afirman haber detectado las infracciones durante una revisión a principios de septiembre pasado.
Los funcionarios estaban allí porque LaFontaine estaba cumpliendo un período condicional de 18 meses. Casi un año antes, había pagado 3.000 dólares en multas por otras infracciones.

En este caso, el concesionario supuestamente registró vehículos nuevos a su nombre como autos de prueba, para luego revenderlos como «nuevos», a pesar de que algunos mostraban miles de kilómetros en sus odómetros. Un ejemplar, supuestamente, tenía más de 9000 kilometros recorridos y, sin embargo, aparecía en los listados como nuevo de fábrica.
El departamento ya había advertido a los concesionarios de Michigan que cesaran esta práctica. Esto ocurrió en octubre de 2024. Según la ley estatal, los vehículos de prueba deben venderse como usados. Evidentemente, LaFontaine no se enteró. Tras encontrar más de dos docenas de ejemplos de este tipo de conducta, el MDOS suspendió inmediatamente la licencia del concesionario.
En un comunicado a CBS News, LaFontaine Automotive Group se defendió, calificando la situación de «error administrativo» y citando una «desconexión histórica» entre las definiciones de los fabricantes de automóviles y los requisitos estatales de titulación.

El grupo argumenta que, según los programas de fábrica de GM, las unidades de cortesía y alquiler aún califican como vehículos nuevos, con derecho a garantías e incentivos completos, algo que las «leyes de titulación obsoletas» de Michigan no reflejan. El concesionario no puede operar mientras dure la suspensión.
No es la primera vez que LaFontaine Auto Group tiene un encontronazo con el estado. En diciembre de 2024, el MDOS suspendió temporalmente la licencia de LaFontaine Hyundai despues que los investigadores descubrieran irregularidades, como títulos de propiedad faltantes, lecturas de odómetro poco claras y la venta de autos usados como nuevos.
En aquel entonces, la empresa atribuyó el problema a «unos pocos empleados deshonestos» y se comprometió a reforzar la capacitación y la supervisión en todos sus concesionarios.
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