Embragues nuevos. Son constantes los llamados de atención al mercado nacional para que tome conciencia de un asunto tan delicado como es el uso de asbesto en la fabricación de autopartes.
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Se trata de la frecuente práctica de algunos automovilistas y flotistas de acudir a piezas remanufacturadas o de segunda mano en búsqueda de un ahorro en la reposición del sistema de embrague en sus vehículos, sean livianos, comerciales o pesados.
Si bien esta práctica es válida a corto plazo, a mediano ya se comienzan a observar los sobrecostos: como primera medida, los discos de fricción recalzados y las prensas recalibradas nunca podrán sustituir a las nuevas de fábrica porque los componentes que se puede disponer en el mercado local son de una calidad diferente.
Tales componentes son, por ejemplo, el disco de fricción, cuya manufactura incluye asbesto, conocido mineral señalado de afectar la salud por ser agente cancerígeno de las vías respiratorias. De acuerdo con los especialistas, el asbesto es un material termoeléctrico resistente que puede provocar cáncer con una alta tasa de mortalidad.
Hay dos tipos de cáncer causados por la exposición a altas concentraciones de asbesto: el cáncer del tejido pulmonar y el Mesotelioma, un cáncer de la membrana que rodea los pulmones y otros órganos internos. Ambos tipos son mortales. No se desarrollan inmediatamente, sino que se manifiestan después de varios años, según indica el químico Pablo Prieto Lozano.
Asimismo, respirar altos niveles de asbesto puede generar un crecimiento de tejido cicatrizante en los pulmones y en las membranas que los rodean a los pulmones, en una enfermedad llamada “Asbestosis”. La gente que lo padece tiene la respiración entrecortada, a menudo con tos y a veces manifiestan un crecimiento del corazón, según la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Assocation).
Además de los efectos en la salud, en el uso de embragues remanufacturados, los resortes y uñas de las prensas cumplen con un estándar diferente, con lo cual la vida útil de este tipo de piezas es muy reducida, situación que hace que a los pocos meses de instalado haya la necesidad de volverlo a cambiar.
Unido a lo anterior, son frecuentes las quejas de algunos usuarios por la pérdida del confort en la operación de embragado, pues acusan el endurecimiento del pedal respectivo, cuando no el daño del cable de control de este.
Sean para vehículos livianos, comerciales o pesados, los componentes que lo integran han de ser nuevos y que protejan la salud y el medio ambiente.
Por estar razones es preferible utilizar embragues nuevos, comercializados por marcas como Ichiban, que dan la certeza de kits ‘cero horas’, los cuales ofrecen el sistema de pedal suave que hace que la función del cambio de marchas sea comparable a la de vehículos livianos.
Por el momento, los kits de embrague Ichiban cubren el parque automotor de tractomulas de origen estadounidense, como Kenworth, Freightliner e International, son libres de asbesto y pueden servir una vida útil de hasta cuatro años, dependiendo de los hábitos del conductor, de las carreteras por las que transite el vehículo y del adecuado mantenimiento y calibración del varillaje.
Representados en Colombia por Impocali, los embragues Ichiban están disponibles en las zonas repuesteras de las principales ciudades del país, así como en los almacenes Autofix.
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