Durante el BID Lab Forum, el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, resaltó la necesidad de adelantar cambios significativos en Colombia para abordar la transición hacia energías limpias. Una propuesta es la de prohibir la entrada y la matriculación de vehículos de combustión interna a partir de 2040, fomentando así la fabricación de vehículos de cero emisiones en el país.
Suena bonito, pero el país está muy lejos de lograr ese objetivo. Solo por mencionar un dato: Europa, que supuestamente prohibirá los vehículos impulsados por gasolina y diesel en 2035 (y no será fácil), cuenta hoy día con 200 mil puntos de recarga para eléctricos. Y la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente ha pedido elevar esta cifra a tres millones para el 2029. Hoy día, en Colombia no sobrepasan las 500 electrolineras.
Gremios como Andemos, consideran que, aunque el objetivo es alcanzar cero emisiones, la fecha exacta para reemplazar por completo los combustibles fósiles en todo el mundo, incluyendo América Latina y Colombia, sigue siendo incierta. Mientras la penetración de vehículos enchufables (eléctricos e híbridos enchufables) en el mundo fue del 13% en 2022, en Colombia apenas alcanzó el 2,2%.
Es probable que para 2040 se logren avances significativos en tecnologías de transporte más sostenibles y energéticamente eficientes, incluyendo los combustibles sintéticos, que son una opción prometedora con emisiones cero durante la combustión, reduciendo así las emisiones de carbono y la dependencia del petróleo. Sin embargo, establecer hoy en día, una restricción por ley para la matriculación de vehículos de combustión en 2040 es aún muy prematuro.
Andemos afirmo que si bien, es importante desarrollar un plan de transición energética para reemplazar gradualmente los combustibles fósiles para reducir las emisiones contaminantes, todavía se enfrentan desafíos pendientes, como lograr la gasolina ultra baja en azufre, la infraestructura de gas vehicular, la promoción de mezclas voluntarias de biocombustibles y la adopción de vehículos híbridos, entre otros. También es crucial avanzar en el desarrollo del hidrógeno vehicular y el ecosistema de vehículos eléctricos, que pueden fomentar la innovación y la creación de tecnologías más limpias.
«La decisión de prohibir los vehículos de combustión en 2040 debe basarse en un análisis integral que considere la viabilidad tecnológica, la infraestructura necesaria para las nuevas tecnologías, los beneficios ambientales y el impacto económico», dijo Oliverio García Basurto, Presidente de ANDEMOS,.
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