El expresidente y nuevamente candidato a la presidencia de EE.UU, Donald Trump, lanzó una amenaza a los fabricantes de automóviles chinos, advirtiendo un arancel aún mayor si establecen fábricas en México para evadir los impuestos existentes.
Durante un certamen en Ohio, Trump dijo: “Si me escucha, presidente Xi [Jinping] usted y yo somos amigos y entiende cómo negocio. Esas grandes plantas de fabricación de autos que están construyendo en México ahora mismo… no contratarán estadounidenses y no nos venderán los autos. Vamos a imponer un arancel del 100% a cada automóvil que cruce la frontera, y no podrán vender esos automóviles aqui si soy elegido».
Durante su mandato, Trump impuso un arancel del 25 por ciento a los automóviles fabricados en China. Más recientemente, prometió aumentar los aranceles al 50 por ciento sobre los vehículos hechos en México en plantas de propiedad china. Ahora, el expresidente ha subido la apuesta al amenazar con imponer un arancel del 100 por ciento a los vehículos chinos que entren a Estados Unidos a través de su vecino del sur.
Trump advirtió que si no es reelegido, significaría un desastre para el país y su sector automotor, y lo describió como un potencial «baño de sangre».
Las declaraciones del candidato presidencial siguen a un anuncio de la administración Biden de investigar el riesgo que representan los vehículos chinos para la privacidad de los conductores estadounidenses y las medidas que puede tomar para proteger a los ciudadanos. Según se informa, la Casa Blanca también está estudiando la posibilidad de ampliar los aranceles para evitar que los vehículos chinos entren al país a través de México.
Para lograrlo, probablemente ampliaría los aranceles introducidos por primera vez bajo la administración Trump. El impuesto del 25 por ciento es una de las principales razones por las que los fabricantes chinos no tienen una presencia real en EE.UU, como sí la tienen en Europa y otros mercados.
Sin embargo, los expertos creen que el arancel no impedirá en el futuro que los fabricantes chinos entren al mercado estadounidense. Si bien las plantas en México ofrecen una solución alternativa para la industria, la crisis económica en China ha llevado a los fabricantes de automóviles a explorar nuevos mercados para mantener el impulso de sus ventas.
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