El Escape, el Edge y el Transit Connect se enfrentan a la desaparición a medida que Ford avanza con sus planes de electrificación que le costarán más de lo esperado.
Ford admitió que su negocio de vehículos eléctricos perderá 4.500 millones de dólares más de lo que esperaba anteriormente en 2023. Además, sus planes de producción también se están retrasando. Aunque todavía tiene la intención de fabricar 400.000 vehículos eléctricos al año en un futuro próximo, ya no cree que pueda alcanzar esa marca en 2024, como prometió inicialmente. Eso significa que también está reexaminando su objetivo de fabricar dos millones de unidades al año para 2026.
Sin embargo, Ford todavía cree que su plataforma de vehículos eléctricos de segunda generación reducirá la complejidad y los costos lo suficiente como para fabricar eléctricos con un margen del ocho por ciento para 2026, informó Automotive News. La plataforma sustentará una camioneta de tamaño completo que se construirá en Tennessee y un SUV de tres filas en Oakville, Canadá.
Esos vehículos eléctricos de alto margen reducirán la dependencia del fabricante de los vehículos de combustión interna, a los que actualmente recurre para compensar las pérdidas generadas por su departamento de eléctricos. Sin embargo, ya se espera que algunos productos de larga data sigan el camino de la extinción. Son el Escape, el Edge y el Transit Connect.
El Edge dejará de fabricarse el próximo año para permitir que Ford reorganice su planta de Oakville mientras se prepara para su SUV eléctrico de tres filas de próxima generación. De manera similar, Transit Connect no regresará a EE. UU. en 2024, aunque permanecerá en las salas de exhibición europeas. Sin embargo, la Transit se está preparando para ingresar al mercado como E-Transit.
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