Una variedad de modelos vendidos por Hyundai y Kia entre 2010 y 2019 tienen fallas que podrían provocar un incendio, y por ello las autoridades de EE.UU han pedido su retiro del mercado.
Se recomienda a los propietarios de más de tres millones de vehículos que los estacionen al aire libre, pues el riesgo podría ser más grande al guardarse en garajes y parqueaderos cerrados.
En presentaciones separadas, Hyundai identificó 13 modelos que podrían verse afectados por un problema eléctrico, mientras que Kia identificó 12. En conjunto, los retiros del mercado ascienden a 3,372,743 unidades que deben repararse en Estados Unidos.
En informes publicados ante la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA), Hyundai informa que su falla se relaciona con el sistema antibloqueo de frenos (ABS), pues algunos módulos podrían tener fugas que generen cambios a lo largo del tiempo.
Hyundai dice que la fuga de líquido de frenos puede causar un cortocircuito, lo que generaría humo en el compartimiento del motor, olor a quemado o derretido y el encendido del testigo ABS, así como incendio en el peor de los casos.
Por su parte, Kia informó que se desconoce “la causa exacta” de su problema. Sin embargo, sí sabe que sus vehículos pueden sufrir incendio en el compartimento del motor, en la zona de la Unidad de Control Electrónico Hidráulico. Se cree que la pieza sufre con el tiempo un cortocircuito, lo que puede provocar fallas graves, ya sea que el auto esté estacionado o en movimiento.
Kia tiene conocimiento de 13 incidentes que podrían estar relacionados con este problema, mientras que Hyundai reportó 21 incendios y 22 incidentes térmicos que involucraron humo, quemaduras o derretimiento bajo del capó. Por fortuna, ninguna de las marcas tiene conocimiento de accidentes, lesiones o muertes que puedan atribuirse a estas fallas.
Hyundai planea comunicarse con los propietarios afectados el 21 de noviembre y les pedirá que devuelvan su vehículo a un concesionario cercano donde se instalará un nuevo fusible ABS que limitará la corriente de funcionamiento. Se advierte a los propietarios que pueden seguir conduciendo sus vehículos, aunque deberán aparcarlos en el exterior.
Mientras tanto, Kia planeará una solución similar. Comenzará a comunicarse con los clientes el 14 de noviembre y les pedirá que devuelvan su vehículo a un concesionario donde se instalarán fusibles nuevos para evitar que se produzca una sobrecorriente. Ambos fabricantes reembolsarán de su propio bolsillo a los propietarios que se vieron obligados a pagar las reparaciones relacionadas con este problema.
Los modelos Hyundai afectados son: Accent yh Azera ( 2012-2015), Elantra (2011-2015), Elantra Coupe (2013-2015), Equus (2014-2015), Genesis Coupe (2011-2015), Santa Fe (2013-2015), Santa Fe Sport (2013), Sonata HEV (2011-2015), Tucson (2010-2013), Tucson Fuel Cell 2015, Veloster (2012-2015) y Veracruz (2010-2012).
Los Kia que deben entrar a revisión son: Cadenza (2014-2016), Forte/Forte Koup (2011-2013), K900 (2015-2017), Optima (2010-2015), Optima Hybrid (2011-2013), Rio (2011-2017), Rondo 2010, Sorento (2011-2014), Soul (2011-2013) y Sportage (2010-2013).
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