No es por generar terrorismo, pero muchos de los autos usados a la venta están ‘empapelados’, como decimos en Colombia. Las cifras son dicientes: En el país se comercializan 1.1 millones de unidades cada año según estadísticas de Andemos, y al mismo tiempo, se imparten casi cuatro millones de comparendos. Es casi imposible que cientos, por no decir miles, tengan sus problemitas con los famosos ‘partes’ .
Fuera de estacionarse en lugares prohibidos, no obedecer el Pico y Placa o hacer contravía, en el Top 5 de las infracciones que cometen los conductores colombianos está conducir sin SOAT o que éste se encuentre vencido, y circular sin revisión técnico-mecánica, La primera falta genera una multa por 30 salarios mínimos legales diarios vigentes (SMLDV) lo que equivale a $1.160.000. La segunda multa por no adelantar la revisión técnico-mecánica del vehículo es de 15 SMLDV, es decir, $580.000.
Muchos evaden el pago de las infracciones por no contar con los recursos, o simplemente no les importa, o creen erróneamente que con el tiempo todo se olvida. Sin embargo, este par de violaciones al Código de Tránsito no solo afectará tarde o temprano a la persona que está tras el volante del auto sino también al vehículo en sí. Por ejemplo, el infractor lo vende sin avisar lo pendiente, hecho que se trasladará al nuevo propietario, con el consecuente dolor de cabeza de papeleo, abogados, tiempo y dinero que se pierde por no tener las debidas precauciones.
Conducir un vehículo automotor presupone la voluntad de someterse al cumplimiento de todas las regulaciones en materia del tránsito terrestre; sin embargo, en la práctica esto no siempre ocurre así. Ya sea por desconocimiento de algún lineamiento puntual u obrando con plena conciencia del desacato, las infracciones de tránsito son cosa de todos los días.
De acuerdo con las estadísticas que maneja el Sistema Integrado de Información sobre Multas y Sanciones por Infracciones de Tránsito (SIMIT) y datos del Concejo de la capital, en Bogotá NO se pagan 7 de cada 10 comparendos de tránsito impuestos por las autoridades. El dato tiende a empeorar, pues mientras en 2019 se sancionaron 675 mil conductores y se recaudó el 54% de las multas, en 2022 los ‘partes’ se incrementaron a 1.172.000, pero solo el 29% se pagó.
Así, el 71 % de esos infractores siguen transitando por las carreteras, pero lo peor es que tienen la opción de comercializar irresponsablemente su vehículo, pasandole el problema a los potenciales nuevos dueños, muchos de los cuales no se toman el tiempo de buscar el historial vehicular que los alerte de las irregularidades.
Evitar problemas de este tipo, y más en estas épocas donde las personas quieren acceder a un auto, moto o camioneta, es muy fácil. Reportes como Vehiscore, soportados directamente por el RUNT, entregan de forma confiable y a un precio muy cómodo todos los datos posibles de los vehículos que se desean comercializar. En www.vehiscore.com.co se puede consultar si el auto o moto de interés tiene multas pendientes; si el SOAT está vigente y si se le ha llevado a cabo la revisión técnico-mecánica, multas pendientes, robos, propietarios, prendas, entre otros.
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