En la industria automotriz, la competencia va más allá de los caballos y la aerodinámica. Los fabricantes están ampliando sus horizontes, adentrándose en territorios inesperados que van más allá del rugido de los motores. Bentley, conocida por sus opulentos automóviles, ha tomado un camino alterno al entrar en el mundo de la producción de miel, demostrando que el lujo se extiende más allá del ámbito de los automóviles.
El viaje de Bentley al mundo de las abejas comenzó con el establecimiento del Centro de Excelencia para la Producción de Miel con sede en Crewe, Inglaterra. Esta iniciativa, parte de la ambiciosa estrategia Beyond100 de Bentley, tiene como objetivo mejorar la sostenibilidad ambiental en las instalaciones de Pyms Lane. El centro, ahora lleno de actividad, cuenta con 17 colmenas y alberga a más de un millón de abejas.
Lo más destacado de esta aventura es el anuncio de la quinta cosecha, que muestra una miel especial con etiqueta Black Edition. Se recolectaron más de 500 frascos de este néctar de las dos colmenas más antiguas, instaladas inicialmente en 2019. El equipo de diseño interno de Bentley ha ampliado su experiencia para crear etiquetas únicas tanto para la Black Edition como para 1000 frascos de miel «normal» recolectados de las colmenas restantes.
«Esta deliciosa miel es muy exclusiva y no la vendemos. En cambio, se regala en certámenes corporativos, visitas de clientes y causas benéficas, junto con programas y concursos de recompensas y reconocimientos. Consideramos que es una manera emocionante de obtener gente hablando sobre la importancia de la ecología y el papel que desempeñan los polinizadores», explicó Sebastian Benndorf, director de planificación de producción de Bentley.
La iniciativa de la miel de Bentley no sólo añade dulce a su imagen corporativa sino que también sirve para iniciar una conversación sobre responsabilidad ecológica. Al participar en proyectos poco convencionales, los fabricantes de automóviles como Bentley están demostrando que el camino hacia el éxito no siempre está pavimentado con neumáticos, sino que puede endulzarse con el zumbido de las abejas y la bondad de la miel.
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