El cuidado de las llantas se ha convertido en un tema de primera línea para el sector transportador colombiano, porque las pérdidas que rondan a esta industria debido al mal uso y cuidado de los neumáticos sobrepasan los 5 billones de pesos desde 2021, según datos de Fedetranscarga (Federación Nacional de Transportadores de Carga).
Así las cosas, ¿cuáles son esos mitos y realidades que más se replican entre entusiastas y aventureros frente al mantenimiento de llantas y la implementación de tecnologías para optimizar su uso? Según Pirelli, estos son los aciertos y falsas ideas que más se replican alrededor de este proceso clave para conductores y empresas del país.
1. Las llantas deben reemplazarse cada tres o cuatro años: Mito. La vida útil de una llanta no puede definirse por el tiempo de haber sido fabricada, ya que está determinada por elementos como temperatura, condiciones de uso: la carga, velocidad, presión de inflado, impactos y daños por riesgos en la carretera. Debido a esto, no es posible prever con exactitud la vida útil de ningún neumático, así que estar en contacto con el experto para chequeos regulares es lo más recomendable.
2. Los neumáticos nuevos siempre deben ir adelante: Mito. Las llantas nuevas deben ir atrás para lograr mayor adherencia, control y estabilidad del vehículo.
3. Se necesita revisar mensualmente los neumáticos: Verdad. Llevar a cabo el chequeo de las llantas, su estado ante golpes o rompimientos, así como la revisión del labrado, de forma periódica, define el estado actual, situación del caucho útil y proyecciones de cambio con mayor precisión.
4. Las rotaciones frecuentes cada 10.000 km alargan la vida de los neumáticos: Mito. La rotación se define de acuerdo con la tasa del desgaste y equilibrio de milímetros en cada surco del neumático.
5. El neumático de reposición debe tener presión menor y funciona como uno nuevo: Mito. Esta pieza debe tener una capacidad igual o al menos un tanto superior a la de la llanta original. Es importante no exceder la presión máxima indicada por el fabricante en la pared lateral de la llanta. Además, el repuesto es sólo una solución temporal. Estas piezas son recomendadas únicamente en caso de emergencia para llegar a un lugar de mantenimiento. Si una llanta sufre un daño importante, es necesario reemplazarla a la mayor brevedad.
6. Inflar los neumáticos al máximo dan un mayor rendimiento: Mito. Un neumático con mayor o menor presión que la recomendada por el fabricante se puede desgastar por secciones o regiones y acelerar la necesidad de reemplazo reduciendo las condiciones de seguridad y confort en la conducción. De igual forma, las variaciones de clima han sido contempladas durante el proceso de fabricación y diseño, frente a lo cual aumentar la presión en ciertos climas se hace innecesario.
7. Escoger soluciones en tecnología se convierte en un gasto adicional para la empresa: Mito. La tecnología permite a las compañías gestionar procesos y tomar decisiones acertadas e informadas sobre el mantenimiento de las llantas. En el caso de Pirelli, en el segundo semestre de 2022 presentó la primera aplicación de realidad aumentada para el segmento de neumáticos en el mundo desarrollada en Brasil. Pirelli ha actualizado la aplicación con nuevas características que hacen que la experiencia del cliente sea más completa y satisfactoria con explicación de tecnologías de neumáticos en 3D; indicación de la llanta ideal por modelo de vehículo y/o tamaño; posibilidad de comparar neumáticos y consultar de la etiqueta ecológica de cada llanta.
8. Existen neumáticos buenos, regulares y malos: Mito. No hay neumáticos malos, esto se trata de un compromiso conjunto entre el fabricante y el uso que el conductor le dará a una llanta. Este recurso debe utilizarse de manera adecuada para proteger la seguridad de todos en el vehículo y disfrutar de una experiencia de conducción óptima.
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