“Las operaciones de fabricación cesarán en la planta de Colmotores de Colombia y el proceso de desmontaje comienza hoy (viernes 26 de abril) con un equipo reducido. En la planta de OBB, en Ecuador, la fabricación cesará a finales de agosto de 2024″.
Así le llegó la noticia a los medios de comunicación especializados, que en realidad no fue una sorpresa por los problemas financieros y de productividad sufridos desde hace ya varios años, pero sí generó gran tristeza por la larga historia de la compañía en el país.
En 1956 Germán Montoya Vélez y un grupo de empresarios planearon la construcción de una planta de ensamblaje llamada Fábrica Colombiana de Automotores S.A (Colmotores) la cual fue fundada el 27 de julio de 1956 con un capital de 5 millones de pesos. Seis años después, el 16 de febrero de 1962, inició operaciones con el ensamble de los utilitarios marca Austin, propiedad de la British Motors Corporation. En sus instalaciones ubicadas en Soacha, al sur de Bogota, se armaron emblemáticos autos y camionetas, entre ellos los Chevrolet Sprint, Swift, Trooper, Vitara, Corsa y Aveo, como también Dodge Dart, Alpine y Simca.
“Las operaciones de fabricación cesarán en la planta de Colmotores de Colombia y el proceso de desmontaje comienza hoy con un equipo reducido. En la planta de OBB en Ecuador la fabricación cesará a finales de agosto de 2024″.
Según la empresa, la planta de Colombia está operando al 9% de su capacidad, mientras la de Ecuador lo hace al 13%.
Por ello, Colmotores va a cambiar su modelo de negocio: se busca garantizar que la compañía esté mejor posicionada para ofrecer sus vehículos y tecnologías más avanzadas a los clientes. Las operaciones harán la transición a un modelo de compañías nacionales de comercialización, soportado por una gran experiencia para el cliente y servicios posventa.
“La transformación de las operaciones a empresas nacionales de comercialización de vehículos y servicio postventa tiene como objeto responder a los desafíos de la creciente fragmentación de los mercados, así como la subutilización de las plantas de Colmotores y GM OBB”, explicó el comunicado.
General Motors dejó claro que el cierre de la ensambladora no significa que la empresa saldrá de circulación. Igualmente, afirmó que la terminación de contratos de las personas vinculadas en ambos países se dará cumpliendo con los requisitos legales.
“La empresa comprende el impacto que esta decisión tendrá en los empleados afectados, y los apoyaremos durante su transición. General Motors mantendrá su presencia histórica en Colombia y Ecuador a través de su marca Chevrolet y su sólida red de empresas y negocios, como GMICA-Isuzu, GM Financial y Chevyplan, así como sus socios comerciales”, finalizó.
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